...asi vienen siendo estos tiempos...
con pasos de Dinosaurios de colores
avanzando escalón por escalón
haciendo equilibrio en cada movimiento
con vértigo
con certezas en los colores
con pinceladas gruesas y matices detallados
...mucha sensibilidad
...lavando sabanitas para el moises de Nano
...y estirándonos con Lolo para llegar a lavarnos los dientes,
o a mirar por la ventana.
Está nublado, ya se instaló el invierno y hace mucho frío.
Hoy mientras iba a buscar a Lolo al jardín
me crucé a una mamá que esperaba para pasar con su bici,
la dejé pasar, también venía con su nene del jardín,
me sonrió, dijo gracias, e hizo fuerza para arrancar.
Se notó un gesto de alivio en que alguien la dejara pasar.
Yo lo hice cómo algo más, automático.
Las mamás a veces nos cansamos
y salimos en bici, con frío, a buscar al nene al jardín
mientras, si pudimos, acomodamos la casa y dejamos la comida medio hecha.
Noté que arrancaba la bici con esfuerzo acumulado,
sin queja, como algo que uno no se cuestiona,
simplemente... lo hace.
Y no duda en sonreir y abrazar a su hijo cuando se abre la puerta del jardín.
Salimos de cualquier manera... con frio, con lluvia, mal dormidas, con dolor de espalda o de cintura, agotadas.Aún así, no hay cansancio ni dolor ni molestia que opaque la dulce energia de sus miradas atentas y felices de vernos allí, esperándolos... ¡cómo no sonreírles!... todo lo demás pasa a un segundo plano...
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