viernes, 27 de julio de 2012

Por dónde empezar... después la vida sigue sola.

Continúan apareciendo objetos, a veces para regalar, a veces para respirar. Los colores me vienen siendo indispensables, aunque la consigna sea el lápiz con sus infinitas líneas y matises, no puedo prescindir del color. No se porqué ultimamente me cautivaron las mariposas. Sus formas, sus colores, su simetría. Las veo semejantes a los mandalas. Así se despliega la naturaleza, asi vamos creciendo. Una forma que se repite, se expande y se complejiza en cada vuelta un poco más. Los cristales, las flores, las células. Hoy somos lo que fuimos ayer y algo más, una vuelta más, una vez más, ya no es la misma escena porque es una más. En las fotos de los chicos veo eso. Los mismos ojos que cuando era bb, pero... algo más alto, más estilizado, más grande, más... pero los mismos. Y a veces esa imagen retorna como una película rebobinada. Y ahí está, aquél bebé que hoy nos dice: -Me quedo a dormir en la casa de la abuela. -Pero si de noche te tengo que dar la teta? -No mamá!, hace dos años que ya no tomo teta. ...y asi nos ven hoy nuestros padres también. Iguales, pero distintos, con algo más.

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